Desgraciadamente en España, las operadoras no aprovechan el enorme potencial que puede suponer el acceso masivo a internet desde el teléfono móvil. Las tarifas menos caras ofrecen acceso únicamente al portal propio de cada operadora (Emoción, Vodafone Live…), donde se ofrecen servicios de carácter general para el usuario. Esta estrategia es muy similar a la de AOL, donde el proveedor que controla la conexión sólo favorece sus propios contenidos en detrimento del acceso al resto de internet, lo cual impide la popularización del canal como medio masivo de conexión.
El principal beneficiario de que se popularice el acceso a internet desde el móvil son las propias operadoras. Un acceso masivo y económico a internet reportaría millones de euros extra a los tres únicos proveedores de internet móvil existentes en España. En este país un 97% de la población es usuaria de telefonía móvil de los cuales la mayoría tiene acceso GPRS y 3G. Es una tasa de penetración mucho mayor que la del acceso tradicional a internet, del que sólo dispone el 33% de hogares.
En primavera de 2006, dos millones de usuarios al día navegaron por internet por 4 millones de páginas web utilizando el navegador java para móviles Opera Mini™, poco meses después de su lanzamiento. Si se llegará a popularizar, los beneficios para las operadoras serían ingentes.
A corto plazo, una tarificación ajustada al bolsillo del usuario proporcionaría un acceso a internet abierto y sin restricciones a través del móvil lo cual se vería reflejado positivamente en el desarrollo del sector de juegos multijugador para móviles y otro tipo de aplicaciones online.
A medio y largo plazo, las redes inalámbricas Wi-Fi o similares son una alternativa cada vez más definida para acceder a internet desde el móvil. Esto podría suponer un fuerte varapalo para aquellas operadoras que se hayan acomodado en su modelo de negocio cerrado.