Después de muchos años trabajando en el mundo del juego online, puedo certificar que hay muy poca gente que entienda el “azar“ y la “aleatoriedad“.
Tal como indica la Wikipedia, el azar implica una carencia de cualquier tipo de orden o propósito. Es decir, es teóricamente imposible saber si saldrá cara o cruz al lanzar una moneda (y que nadie me hable de videncia).
Foto de Abstract seba (CC: by-sa)
En un intento de racionalizar esto proceso, el ser humano lo trasladó al ámbito de la superstición y de las creencias esotéricas, llamándolo “suerte”.
Lo curioso es que en el mundo de la informática, y más concretamente en el mundo del juego online, la gente no aplica el mismo concepto. Parece que la “suerte virtual” no existe.
Es entonces cuando ese ser racional que todos llevamos dentro, encuentra un culpable legítimo a su mala fortuna: uno no pierde porque tenga mala suerte o porque su contrincante sea mejor… ¡sino porque el sistema está trucado!
Me quedo realmente sorprendido con afirmaciones del tipo:
¡Es imposible que salgan siete veces seguidas un “6” en el parchís! ¡Esta mal! ¡Corregidlo!
o mi preferida…
¡Esto está mal! ¡Siempre les toca el bingo a los mismos!
Parece que este tipo de comentarios se extiende a cualquier portal del sector. Aún más si se trata de casinos o bingos online con dinero de por medio.
Lo cierto es que aquí en Valencia, donde desarrollamos los juegos, nunca hemos tenido ningún interés en manipular la partidas, ni tenemos manía a ciertos jugadores (sólo a los tramposos), ni cualquier otra idea rara… ¡Todo lo contrario! Si nuestro principal interés es que ¡la gente se divierta!
Tal vez deberíamos crear un bingo sin azar, en el que toca el premio por estricto orden a cada uno. Todo el mundo estaría contento porque le ha tocado un bingo. Claro, que entonces ya no sería realmente un “bingo” y seguro nadie jugaría.